Muestra el mundo aparentemente intacto de una familia de clase media, cuya armoniosa fachada se desmorona debido a la imprevista visita de su pariente Paul, un joven de 16 años. Paul llega buscando cariño y apoyo tras el suicidio de su padre, mientras que su tía Anna lo utiliza como instrumento para mantener a su hijo Robert atado a ella. Cuando finalmente Anna se aparta de él, Paul, herido, reconoce que ya no queda nada que le vincule a esa familia y comete un acto desesperado.